El Yin Yoga es la manera que tenemos los deportistas de cuidar nuestro tejido conectivo de una manera entretenida y saludable. Con esta disciplina podremos acostumbrar y estirar nuestras articulaciones y ligamentos en función del ejercicio físico. En este artículo presentamos 5 posturas de yin yoga que son muy efectivas desde el momento que salimos de la sesión para mejorar la elasticidad y eliminar todo tipo de tensiones.
Tabla de Contenidos
Primero debemos conocer la importancia del tejido conectivo
El tejido conectivo es la sustancia de consistencia suave que cubre a todos nuestros órganos, huesos y músculos y que su tensión es la que provoca los movimientos que hacemos.
Hacer flexiones de rodilla, estirar la columna o cosas por el estilo son las que ayudan a que el tejido conectivo no sufra ningún desgaste y al pasar de los años podamos seguir haciendo esta clase de movimientos.
Para lograr tener unas articulaciones sanas durante más tiempo, es importante que las mantengamos ejercitadas, no con ejercicios de gimnasio ni deportivos, sino más bien mediante el Yin. Una disciplina dedicada donde realizaremos estiramientos suaves.
Las posturas que todo deportista debería practicar
A continuación, presentamos 4 posturas, cada una en sus dos versiones: para principiantes y para lo que lleven un poco más de tiempo en la práctica del Yin Yoga.
Estiramiento de la fascia plantar
La versión para principiantes es en la que los talones llevan menos peso.
La versión para avanzados es donde descargamos todo el peso del cuerpo sobre los talones.
El tiempo podemos variarlo desde 1 minuto hasta 4 minutos en función de nuestras capacidades.
Es un ejercicio recomendado para pacientes con fascitis plantar ya que, aunque pueda resultar doloroso, es igualmente beneficioso.
Estiramiento de tobillo
En la versión fácil apoyaremos los empeines en el suelo y nos sentaremos sobre los talones. Deberemos inclinar los brazos hacia adelante para apoyar todo nuestro peso sobre ellos y así mismo intentaremos elevar las rodillas.
En la versión para avanzados apoyaremos el peso sobre los talones y haremos la inclinación hacia atrás elevando las tibias.
Para facilitarnos el posicionamiento podemos utilizar una toalla para apoyar los tobillos sin lastimarnos.
El tiempo podemos variarlo desde 1 minuto hasta 4 minutos en función de nuestras capacidades.
No debemos realizar esta asana si sufrimos de esguinces o fracturas en el tobillo. Si existe alguna clase de dolor en las rodillas podemos también utilizar una toalla entre los muslos y los gemelos.
Estiramiento de gemelos
Debemos colocar algún objeto sólido (como un bloque) donde podamos apoyar la parte delantera de la planta del pie y así inclinarnos hacia adelante.
La dificultad de este ejercicio variará en cuán inclinado podamos posicionarnos.
Cuando notemos el estiramiento, debemos mantenernos de 2 a 5 minutos.
El lazo
Es una postura que nos sirve para estirar los isquiotibiales en cada pierna cuando la tengamos extendida.
La dificultad con esta asana se encuentra igualmente en nuestra capacidad de inclinarnos, aunque lo hace más fácil si colocamos un objeto ligero como una toalla en la parte interior de la rodilla estirada. Se trata de retraer una pierna y estirar la otra, y en esta posición inclinaremos el torso hacia adelante con la espalda curveada y los hombros hacia abajo.
Debemos mantener esta posición durante un mínimo de 3 minutos.
Postura contraindicada para mujeres con 3 meses o más de embarazo debido al movimiento de flexión hacia adelante.
Como hemos podido ver, el yin yoga es una disciplina en extremo beneficiosa para todos aquellos quienes exponemos nuestras articulaciones ante duras sesiones de entrenamiento. Siendo también la solución para mantener cuidado nuestro tejido conectivo para que no pierda sus funciones con el pasar de los años.