Desde siempre hemos conocido los efectos positivos que el ejercicio físico tiene para con nuestro cuerpo, hasta el punto que lo consideramos esencial para mantener la salud del mismo. Sin embargo, los beneficios que dicha práctica trae a nivel psicológico son mucho menos explorados e infravalorados; y la verdad es que tanto el deporte como el fitness son herramientas muy útiles para combatir la depresión, la ansiedad o simplemente mejorar el estado de ánimo. Hoy conoceremos un poco más acerca de este tema.
La relación entre el ejercicio físico y la salud mental
Se ha comprobado con personas de todas las edades y de ambos sexos que el ejercicio físico sí tiene un efecto positivo en contra de la ansiedad. La mejora en el estado de ánimo se ha comprobado tanto en sesiones específicas como en rutinas de largo plazo.
Diversos estudios también han arrojado la eficacia del ejercicio en contra de la depresión; pacientes que presentan este trastorno de manera leve o moderada y que llevan una rutina frecuente de ejercicio han presentado efectos antidepresivos. Por el otro lado, hasta el momento no conocemos si este tratamiento es realmente eficaz en casos de depresión severa.
También debemos tener en consideración los efectos del ejercicio físico en contra del pánico ya que, hasta el momento, ha sido el área psicológica con la cual se ha encontrado mayor relación. Esto se debe a que los pacientes que presentan dicho trastorno viven atentos en todo momento de cuidarse de los síntomas que se presentan al momento de un ataque: la taquicardia, hiperventilación, aumento del ritmo cardíaco, etc. Y siempre asocian cosas de este estilo con resultados perjudiciales para su integridad física.
Y es por esto que el ejercicio físico como tratamiento para el pánico se ha llegado a estudiar tanto, por la razón de que, así como los síntomas anteriormente mencionados, los pacientes también asocian cualquier actividad física con cierto grado de intensidad (incluido el deporte) como un peligro latente de sufrir un ataque tras emplear tanto esfuerzo.
La verdad es que los resultados han arrojado que tan solo poco más del 1% de los pacientes sufren un ataque de pánico cada vez que practican ejercicio físico, y la probabilidad de que esto suceda se debe a que asocian los efectos que deja con los síntomas de la ansiedad, haciendo que se sobresalten de forma anormal.
Gracias a estos estudios se ha llegado incluso a asumir al ejercicio físico como forma complementaria de tratar al trastorno de pánico. Siempre de la mano de un especialista que lleve dicho tratamiento.
Cuánto ejercicio debemos hacer
La más mínima incursión en el ejercicio físico ya es beneficiosa para mejorar nuestra salud en todos los aspectos. Sin embargo, todas aquellas personas que busquen combatir la ansiedad o trastornos relacionado a ella, deben cumplir con ciertos parámetros como lo son:
- Que la actividad física sea energizante, intensa y llevarla de forma frecuente.
- Relacionado con el punto anterior, se recomienda el ejercicio aeróbico por encima del anaeróbico.
- A pesar de todo, es importante que realicen ejercicios de todo tipo e incluyan tanto aeróbicos como anaeróbicos y se combinen varios de ellos a una rutina. Ciclismo, natación, flexiones, levantamiento, etc…
- Los ejercicios o deportes escogidos no deben ser estresantes para el paciente, es importante que se sienta bien mientras los hace con el fin de que pueda cumplir con la frecuencia.
En cuanto a la cantidad, si la intensidad del ejercicio es la correcta y se lleva de manera media o elevada, es suficiente con que se forme una rutina que sea para 3 veces a la semana y durante 40 minutos cada día.