Al igual que ocurre en deportes como fútbol, baloncesto, tenis o balonmano, las rutinas previas que sigamos en los días que preceden a la celebración de un partido son esenciales para todo deportista. Desde jugadores principiantes hasta los más avanzados, consideran necesario seguir una serie de hábitos a practicar, mediante los cuales, conseguiremos aumentar nuestra fuerza y conseguir un mayor rendimiento a la vez que prevenimos posibles lesiones. Por ello, cálzate tus zapatillas pádel y disponte a seguir nuestros consejos para disfrutar de una buena rutina.
Como hemos señalado al principio, este tipo de rutinas es apta para todos los niveles, es decir, puede practicarse tanto por jugadores que se están iniciando en este deporte, como para los más avanzados. Todo dependerá del nivel de intensidad y de la carga que usemos. A mayor nivel, mayor intensidad.
Tabla de Contenidos
Rutina de fuerza
Antes de iniciar la rutina, deberás tener en cuenta algunos aspectos importantes para conseguir satisfactorios resultados. Lo que queremos conseguir es que te protejas de todo tipo de lesiones, recuerda que si eres principiante es primordial que lleves un ritmo progresivo para conseguir eficiencia. Con estos consejos que te vamos a nombrar a continuación, será una base esencial si lo que quieres es empezar en este deporte de una manera saludable y sobre todo sana.
– Realiza los ejercicios de una manera que ejerzas pleno control sobre tus movimientos
– No uses cargas grandes para tus ejercicios. Tu objetivo es la resistencia, no la fuerza
– Centra tu entrenamiento en trabajar el Core y tus músculos esenciales (antebrazos; cuádriceps).
Refuerza y potencia tus antebrazos
Al ser una de las partes del cuerpo que más usamos en el deporte del pádel, es necesario tonificarla y fortalecerla para así evitar lesiones tan frecuentes como la epicondilitis, muy temida en los deportes de raqueta.
Para conseguir cierta fuerza en nuestros antebrazos, deberemos practicar un sencillo ejercicio, pero efectivo: el ‘rodillo de muñeca’. Su práctica, además de prevenir futuras lesiones como la epicondilitis, mejorará nuestro agarre de la pala.
Para su práctica:
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Tonifica tus cuádriceps y refuerza tus rodillas
La rodilla es otra parte de nuestro cuerpo que más sufre de lesiones motivada por los repentinos cambios de dirección al intentar golpear la bola. Por ello, recomendamos realizar una serie de ejercicios, basados en el fortalecimiento de las rodillas, ayudados de un balón fitball. El objetivo es mejorar nuestra postura a la vez que disminuimos el dolor de columna.
Consigue un mejor Core con planchas isométricas
El denominado Core (abdominales y baja espalda) es totalmente recomendable trabajarlo. Así, conseguiremos mayor fuerza, control y estabilidad sobre nuestro cuerpo.
Para ello, recomendamos practicar , apoyados sobre dos mancuernas. De esta forma, mientras nos mantenemos apoyados sobre ellas, las elevaremos de una en una, colocando la mancuerna a la altura de nuestra cintura. Es recomendable no iniciarse en el ejercicio con un peso superior a los 2’5 kg.
Por todo lo anterior, estos son algunos de los muchos ejercicios que puedes practicar e incluir en tus rutinas.