Todos quisiéramos tener un impulso extra para asumir con mayor ánimo y vigor las rutinas de ejercicios, y en torno a este tema se generan muchas matrices de opinión basadas en mitos, estudios científicos, y costumbres de los atletas. Lo importante en realidad, es estar bien alimentados.
Entre las recomendaciones más frecuentes encontramos que por ejemplo un vaso de limonada, puede aportar los electrolitos suficientes para que las células produzcan energía, o que la concentración de azúcar en la fruta fresca puede ser beneficiosa para evitar los llamados “bajones” luego de realizada la actividad física.
La industria farmacéutica y de alimentos también se encuentra inmersa dentro de este tópico, por cuanto generan una cantidad de alimentos, bebidas energéticas y productos alimenticios con fines específicos orientados a generar beneficios en las personas según sus campañas de publicidad.
Pero ojo, si bien conseguir energía extra para antes o después de tu sesión de ejercicios es importante, también lo es tu salud al tiempo que es de suma importancia que cada persona conozca cuáles son sus limitaciones corporales y físicas, es decir, no existen fórmulas mágicas que te den súper poderes extraordinarios.
Hoy en día no sólo hablamos de métodos de alimentación, dietas, pan integral o trucos caseros como ingerir chocolate o café antes de tu rutina diaria, sino que también se debe tomar en cuenta que la energía extra se va consiguiendo en un proceso peldaño a peldaño, también lo hará la práctica y el tiempo que dediques a ello.
Generalmente las personas que quieren conseguir algo de energía extra antes, durante o después de sus entrenamientos, son aquellas que han tomado la mejor decisión para sí, pues a través del deporte generan beneficios y cambios significativos en su salud y bienestar personal, sin recurrir a procedimientos estéticos riesgosos.